Falta más de un año antes de que la compra de Activision-Blizzard por parte de Microsoft termine de concretarse y los cambios estructurales empiecen a ser notables en la organización interna de la compañía, sin embargo las máscaras empiezan a caer y ya nadie esconde la ropa sucia que Bobby Kotick intentó guardar (sin mucho éxito) en lo más profundo de su oficina. Ahora han surgido declaraciones que lo responsabilizan directamente del retraso infinito de Overwatch 2.
Si recuerdas algo de la BlizzConline del año pasado, buena parte de la programación se invirtió en hablarnos maravilla y media sobre el desarrollo de la secuela de Overwatch: mejoras en escenarios, aumento en dinámicas de juego, mantener los detalles de los personajes que más gustaban y potenciar los puntos débiles. Una serie de promesas que fueron rematadas con la horrible frase “nos estamos tomando nuestro tiempo”.
Por un tiempo parecía que esto se debía al perfeccionismo de Blizzard. Un perfeccionismo que empezó a pintar muy mal para la compañía, y que los gamers empezaban a mirar con hastío. ¿Por qué no se apresuraban? El retraso de este juego, como el de Diablo 4 fueron los responsables de la caída de las acciones de Blizzard, lo que puso en crisis económica a la compañía.
Lo que es la audacia, ¿no? Porque al señor Kotick no se le pasaba por la cabeza que esas acciones caían por la terrible cultura laboral de la compañía a su cargo (acusaciones que, según los reportes, eran del pleno conocimiento de Kotick, y ante las cuales apenas y reaccionaba). Por suerte, justo después de que las declaraciones de Kotick se hicieran públicas, aparecieron las de la productora Tracy Kennedy:
Bobby, dile a todos sobre los proyectos random para Overwatch 1 que nos endilgabas, el equipo debía trabajar horas extras sólo para que al final fueran cancelados, y para que se perdieran meses enteros de desarrollo de Overwatch 2. O cómo equipos casi completos abandonaban los proyectos señalándote a ti como la razón. No seas tímido.
El hilo continúa con Kennedy reclamando a Kotick que se esconde “detrás de chivos expiatorios porque eres un cobarde […] todo el mundo te recordará como un chiste avaricioso, y no hay nada que puedas hacer al respecto […] te superamos y ganamos.” Palabras muy duras, pero sin duda justas, que quizá no se hubieran pronunciado si Kotick hubiera mantenido la boca cerrada.
Sobre esos “proyectos random”, Kennedy declaró que por cuestiones laborales no se le permite hablar de nada en lo que no esté trabajando activamente, así que pasará un rato antes de que nos enteremos de las raras exigencias de Kotick. Pero esta es (como decimos en México) “una raya más al tigre” del desagradable archivo de Bobby Kotick como CEO de Activision-Blizzard.
